El Pragmatismo del Nuevo Calvinismo: La Mezcla de la Ortodoxia con Practicas Extrañas

Detrás de la trivialización de la adoración se encuentra el pragmatismo, la idea de que, para ministrar eficazmente a la gente, la adoración debe adaptarse a las tendencias contemporáneas de la cultura. Este es un virus espiritual que contagia aun a iglesias y ministros conocidos por su predicación bíblica. Es una mezcla extraña: "orto-doxia" con "xeno-praxia," es decir, predicación correcta con métodos incorrectos. 


Los ejemplos de esta categoría abundan, pero uno de los más prominentes, por la mezcla que hacen de lo sublime con lo grotesco, es el movimiento neo-calvinista. Los líderes de este movimiento proclaman elocuentemente las doctrinas históricas del calvinismo y profesan honrar la autoridad y suficiencia de la Escritura, pero toleran y exhiben incongruencias alarmantes. 

 

Para comenzar, este movimiento aglutina a líderes con diferentes estilos, perspectivas y doctrinas. Sus perspectivas sobre la adoración, la ley de Dios, el carismatismo, la cultura contemporánea y la naturaleza y misión de la iglesia son con frecuencia divergentes. Para sortear estas divergencias y que su proyecto funcione hacen compromisos, mezclando, minimizando o enfatizando creencias y estilos según convenga. Por ejemplo, tienden a minimizar los mandamientos morales como norma de vida para el creyente, por lo mismo, restan importancia a mandatos vitales como la santidad del Día del Señor, el temor de Dios y la vida de sobriedad y reverencia. También, le atribuyen valor estratégico y evangelístico a géneros y ritmos musicales mundanos como las baladas sensuales, el rap o el rock los cuales incorporan en sus conferencias e iglesias. 

 

Con sus considerables habilidades mediáticas y logísticas promueven grandes causas, conferencias y eventos para-eclesiásticos que hacen de sus líderes prominentes celebridades de gran influencia y reputación. Poco a poco, sin embargo, se vuelven más tolerantes (algunos, ingenua y otros astuta y perversamente) a la infiltración de influencias mundanas, feministas, socialistas, homosexuales y naturalistas disfrazadas de evangélicas.  

 

Todas estas cosas atentan contra la unidad doctrinal y espiritual prescrita por la Biblia y la autoridad de las iglesias locales y de sus pastores, pues afecta la actitud de los creyentes respecto ellos. Los creyentes más vulnerables, que son la mayoría, se vuelven seguidores de hombres en detrimento de su vida espiritual y la de sus iglesias. 

 

Uno de los mas grandes y sutiles peligros del neo-calvinismo es que muchos de sus líderes son hombres respetables y diestros que conservan importantes aspectos de la doctrina correcta, pero abren la puerta a prácticas y conceptos incompatibles con su doctrina y con la Biblia que ellos dicen honrar. Por un lado, son muy buenos comunicadores, bendicen a sus oyentes e instruyen a los ignorantes, pero por el otro, confunden a muchos con su tolerancia, pragmatismo e ímpetu por alcanzar metas numéricas y proselitistas que Dios no ha señalado. Con esto inducen a la nueva generación de sus jóvenes seguidores, incluyendo ministros, hacia una futura debacle espiritual. Lo que construyen de momento con una mano, lo destruyen gradualmente con la otra. 

Esto no no es nuevo y cada vez que sucede llega suave, sutil, lenta e imperceptiblemente. Sin embargo, así, lento pero seguro, esta tendencia se encamina hacia la apostasía. La advertencia de Spurgeon cuando enfrentó una situación similar en sus días se hace relevante hoy: 

 

Es triste, pero muchos están volviendo a tomar de los vasos envenenados que drogaron a las generaciones previas que cayeron en la decadencia y terminaron doblegándose ante la letargia de la herejía doctrinal. Hoy día, muchos ministros están jugueteando con la cobra venenosa de "otro evangelio" que ha tomado la forma de la "cultura contemporánea." Como consecuencia, sus congregaciones se están debilitando y su gente más espiritual está abandonándolas. 

 

Quizá los líderes del neo-calvinismo más maduros y con cierta moderación puedan mantener un relativo balance doctrinal en medio de estas incongruencias; sin embargo, el sistema los ha atrapado y es cuestión de tiempo antes de que se haga más evidente lo que ya es, la degradación doctrinal, moral y espiritual de este. Lo que se ha visto es suficientemente deplorable; algunos de ellos o sus asociados se han declarado no-cristianos, se asocian explícitamente con el mundo, se han vuelto pro-lgbtq o han sido protagonistas de escándalos nacionales. La degradación seguirá saliendo a la superficie, cada vez con más desfachatez. Si lo que ya se ve es evidente y preocupante ¿qué será lo que viene? Peter Masters, un pastor que vive al otro lado del océano, en Inglaterra, dice respecto a la incongruencia del neo-calvinismo:

 

Los nuevos calvinistas exaltan a los puritanos, pero no quieren adorar ni vivir como ellos. Los puritanos proclamaban claramente que la soberanía de Dios implica consagración, reverencia, obediencia sincera a Su voluntad y separación del mundo. No pensemos que se puede tener soteriología puritana sin santificación puritana. No pretendamos atraer a la gente al calvinismo con carnadas mundanas. La promoción de esta nueva forma de calvinismo presagia desastre. 


 Si los lideres del neocalvinismo que aun conservan una medida de preocupación por la ortodoxia no reconocen este desvío y se vuelven a Dios en arrepentimiento buscando la corrección de sus caminos, tendrán un día que dar cuenta por su pecado contra el reino de Dios. En cuanto a lo que le espera a la próxima generación de sus seguidores, será un espectáculo funesto. 


Al observar de lejos y al comprobar de cerca, las incongruencias y desvíos de estas tendencias es natural identificarse con el sentimiento de Spurgeon cuando dijo: "Nuestra solemne convicción es que las cosas están mucho peor de lo que parecen, y tienden rápidamente a descender…observen y pregúntense, ¿Cuánto más lejos pueden ir?"  

Diez Maneras En que el Coronavirus Puede Hacernos Bien Espiritual


Soy cristiano y quiero ver la pandemia del coronavirus a través de los lentes de la Biblia, particularmente Romanos 8:28-29, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” 
Este texto enseña que a los creyentes en Cristo todas las cosas, incluyendo el coronavirus, ayudan a bien. Aunque a veces, en tiempo de gran prueba, nos sentimos como Jacob cuando dijo: “contra mi son todas estas cosas” (Génesis 42:36), luego, al ver hacia atrás decimos con José, “Dios lo encaminó a bien” (Génesis 50:20). 
¿Cómo puede el coronavirus ser para nuestro bien? Déjame sugerir diez maneras: 
1)    Puede unirnos en oración global puesto que este virus es ahora pandémico. Y No debemos subestimar lo que nuestras oraciones pueden lograr. Los avivamientos comienzan con oración. 
2)    Puede abrir la puerta para que compartamos el evangelio con lo incrédulos. Esta pandemia da a los cristianos una maravillosa oportunidad para mostrar el amor de Cristo a otros para que puedan ver tus buenas obras y dar gloria a “tu Padre que está en los cielos” (Mateo 5:6). 
3)    Puede librarnos de algunos ídolos mundanos como los deportes, puesto que muchos eventos deportivos han sido cancelados o pospuestos. Tristemente, hay cristianos que el domingo prefieren un evento deportivo que ir a la iglesia a adorar a Dios. 
4)    Puede hacernos confiar en Dios para para nuestra salud pue no hay aun vacuna o tratamiento contra el virus. La medicina es un regalo de Dios, pero a veces dependemos de ella más de este don que de Dios.   
5)    Puede dar a los padres más tiempo para ministrar y compartir con sus hijos pues las escuelas han cerrado. Pidamos a Dios ayuda para que este tiempo se convierta en bendición, no en carga. recordemos que nuestros hijos nos ven; así que con lo que hagamos o digamos les ensenaremos cómo reaccionar honrando a Dios frente a las crisis. 
6)    Nos puede hacer entender lo que significa “estad quietos y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10). El ritmo de la vida que vivimos es tan acelerado que nos cuesta encontrar tiempo para meditar en la palabra de Dios. Puesto que el virus ha detenido ese ritmo, la mayoría de nosotros tendremos tiempo extra para nuestra comunión con Dios y para considerar las cosas celestiales y eternas.  
7)    Nos puede enfrentar a la realidad de la muerte. La muerte es una realidad inevitable que usualmente relegamos en nuestros pensamientos, pero este virus nos puede forzar a pensar en ella y en lo que dice Dios: “está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después el juicio” (Hebreos 9:27). ¿Estás listo para morir?  
8)    Puede ser un llamado divino a arrepentirnos de nuestros pecados porque usualmente las pestilencias son una señal de juicio divino. Por ejemplo, en 2 Samuel 24 Dios castigo al pueblo con el que había hecho un pacto por causa del pecado de David, y el castigo vino en forma de pestilencia la cual cobró 70,000 vidas. 
9)    Puede señalarnos la segunda venida de Cristo. No debería sorprendernos ver mas eventos como esta pandemia pues Jesús dijo respecto a los últimos días: “y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo” (Lucas 21.11). Desafortunadamente, la gente se prepara para los efectos del coronavirus, pero piensan poco en la segunda venida de Cristo que puede traerles un juicio eterno si no se arrepienten y creen en el Señor. 
10) Puede ser un instrumento De Dios para conformar a sus redimidos más a la imagen de su Hijo Jesucristo. El coronavirus no es para que nos alejemos de Dios sino para que nos acerquemos más a Él. En este sentido, el virus es ultimadamente para nuestro bien y para la gloria de Dios 
Por todo esto, cristianos, “no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14.1). 

Cristianos Que Esconden Su Luz



Cristianos, no esperemos ser elocuentes o sentir algo especial para hablar el evangelio a los inconversos.  Nuestro privilegio es ser testigos, no convertir a nadie; y nadie puede ser testigo de la justicia gratuita, la gracia y el amor de Dios sino los que somos salvos por gracia: "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." 1 Timoteo 1:15  

 ¿Qué diría un inconverso reflexivo sobre los cristianos que no comparten este supremo mensaje?  Diría más o menos lo siguiente que escribió James Smith en  1862 (Traducido de un correo enviado por Johnny Farese: www.farese.com). 

"Yo no creo que ustedes los cristianos crean su propia doctrina - si estuviesen persuadidos de que las cosas son realmente como sus biblias lo enseñan y que nosotros, los pobres perdidos, realmente nos encaminamos hacia un lugar tan terrible como dicen que es el infierno, entonces actuarían con más compasión.

"Si viesen una casa incendiándose correrían a ayudarnos para apagar el fuego; o si nos vieran en peligro de muerte tratarían de hacer algo para salvarnos.  Pero ustedes dicen creer que vamos hacia un infierno que arde con fuego y azufre por la eternidad del cual no podremos salir nunca, una vez que lleguemos allí , sin embargo, hablan con nosotros sobre cualquier cosa pero nunca nos dicen una palabra acerca de la salvación de nuestras almas y de esta terrible condenación. 

"Eso me hace pensar que ustedes los cristianos no creen lo que dicen, o que son los más indignos, cauterizados y despiadados individuos en el universo. En realidad, como no creo que
sean tan crueles, duros e inhumanos como pareciera, debo concluir que en vista de todo lo que dicen creer, lo que sucede es que en realidad no creen lo que sus biblias enseñan.  

"Y es que si en verdad ustedes creyeran lo que dicen sobre el pecado, el infierno y el peligro en el que estamos, actuarían diferente.  Y si tuvieran una chispa de compasión en sus corazones, tratarían de salvarnos de tan espantoso destino. Por otro lado, si no creen lo que profesan, entonces no son honestos; y por decir poco, debe haber mucha hipocresía entre ustedes.  

"Ahora, con toda honestidad les digo que estas son las cosas que más me hacen tropezar, y hasta que no vea a un cristiano actuar diferente, no podrán persuadirme para que crea lo que dicen."