Un Fundamento Podrido

¡A la Ley y al Testimonio!
(traducido de John Owen: “The Duty of Pastors and People Distinguished)

El pueblo de Dios no solo debe escudriñar la Escritura sino examinar y probar con ella la doctrina que se le enseña desde los pulpitos.   Los cristianos no deben ser como “niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error (Efesios 4.14).”  No todo lo que se enseña desde los pulpitos es el verdadero Evangelio... 

¿Qué hay que hacer entonces? ¿Ceder a cada halito y soplido de falsa doctrina?  ¿O más bien probar las doctrinas por la Palabra de Dios y desecharlas como la sal que ha perdido su sabor si no se ajustan a ella ?  ¿No debe el pueblo guardarse de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mat. 7.15)?”  ¿Y cómo se hace esto? ¿Qué forma hay de probar estas doctrinas por su regla verdadera? 

En esto días malos que vivimos escucho diariamente a los cristianos quejarse de que hay tantas diferencias y contradicciones entre los predicadores que no se sabe que hacer ni que creer.  Mi respuesta es: cumple tu responsabilidad y vas a acabar con ese problema.  ¿Acaso hay contradicciones en el libro de Dios?   No apoyes tu fe en las opiniones de los hombres; la Biblia es la piedra angular. 

Que haya tantas diferencias entre los maestros es culpa de ellos que deberían pensar la misma cosa.  Pero que esto sea tan conflictivo para tí es tu culpa por descuidar tu responsabilidad de probar todas las cosas por la Palabra de Dios.  

¡Qué triste tu condición si dependes de la autoridad de los hombres para las cosas celestiales!   El que edifica su fe sobre los predicadores, aun sobre los que predican la verdad, y pretende creerla, ciertamente no tiene fe sino una opinión inconstante, edificada sobre un fundamento podrido.  Así que cualquier cosa que se te enseñe debes ir con ella "¡a la ley y al testimonio!  Y si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido (Isaías 8:20)."  
  

El 7 de febrero 2012 Johnny Farese envió la nota que leerán a continuación.  Johnny es un hombre de Dios que nació con atrofia espinal muscular y es paralitico de brazos y piernas.  A pesar de eso, vive una vida productiva sirviendo a cientos de pastores y líderes reformados y a miles de personas alrededor del mundo a través de su página en el internet.  En su nota nos comunica que su salud está decayendo y nos envía una exhortación que todos debemos considerar, sea que estemos sanos o enfermos. (Para visitar su pagina opriman en: farese.com.)  


Queridos hermanos:

En la providencia y en la soberana sabiduría de Dios mi salud está decayendo progresiva y cada vez más rápidamente.  La cita de Carlos Spurgeon abajo expresa adecuadamente la exhortación que me gustaría ofrecerles mientras soy santificado por esta prueba y proceso tan dificultosos. 

Si tengo algún mensaje que darles desde mi lecho de enfermedad es este – si no desean lamentarse cuando se vean obligados a estar postrados, trabajen para Dios mientras puedan.  Si desean que su cama sea más suave cuando estén enfermos no dejen que sea un lugar lleno de recuerdos tristes por el tiempo que perdieron cuando tenían salud y energía.  La gente me decía años atrás cosas como: “vas a quebrantar tu organismo predicando diez veces a la semana.”  Bueno, si hice eso, me  siento feliz de haberlo hecho.  Lo haría de nuevo.  Si tuviera cincuenta organismos me regocijaría en quebrantarlos por servir al Señor Jesucristo.  Ustedes jóvenes que son fuertes, venzan al maligno y luchen por el Señor mientras puedan.  Nunca lamentarás haber hecho todo lo que hayas podido por nuestro bendito Señor y Maestro.  Llena tanto como puedas tu día sirviéndolo y no pospongas el trabajo para mañana.  "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas" (Eclesiastés 9:10).