Iglesias Llenas de Inconversos

VIDA POR SU MUERTE
Según los reportes y las apariencias, el número de cristianos se ha multiplicado en nuestros días. Las iglesias crecen a ritmo acelerado, las emisoras de radio y televisión cristianas prosperan.  La música y los artistas cristianos son más populares que nunca.  

Pero hay una contradicción. La cultura cristiana es cada vez más visible pero la doctrina bíblica de la regeneración es casi ignorada en los púlpitos y extraña al entendimiento y a la experiencia de un inmenso número de cristianos. No se ven muchas vidas transformadas de gente que busque el conocimiento del Dios bíblico de santidad y gracia y se someta a la autoridad de la Escritura.   Lo que si se ve por todas partes es gente que “aceptó a Cristo” vistiendo su playera cristiana, exhibiendo un gran entusiasmo por la música de alabanza y adoración y llenando las iglesias donde se usan todas las estrategias y medios posibles para satisfacer sus deseos y necesidades.

Este panorama ilustra claramente la gran diferencia entre  “aceptar a Cristo” y ser regenerado.  La frase “aceptar a Cristo" expresa de una manera ambigua una idea bíblica, es decir, que el pecador debe creer en Jesús para ser salvo.   En ese sentido no representaría problema alguno sino fuese por lo que esa frase ha llegado a significar y la forma en que se usa entre los evangélicos.  Y es más problema aun lo que esa frase no explica ni puede explicar con respecto a la regeneración. Y esto es evidente por el inmenso numero de gente que “acepta a Cristo” pero nunca llegan a entender ni a experimentar la regeneración bíblica.

Mientras una persona sea ajena a la experiencia de ser regenerada, no importa que haya aceptado a Cristo cien veces, esa persona no es convertida. Mientras los ministros no prediquen la doctrina de la regeneración y la apliquen a la vida de sus iglesias, éstas no podrán ser espirituales aunque sean exitosas y numerosas. Una persona que no experimenta la regeneración, no es cristiana, a menos que la palabra cristiana se use en sentido superficial, social y puramente religioso.

La deficiencia en la proclamación, el conocimiento y la experiencia de la regeneración ha creado una grave crisis en la iglesia. Y esta crisis se acentúa al sustituir la verdad de la regeneración con verdades a medias como la que conlleva la frase “aceptar a Cristo.”  A esto se refiere J. I. Packer cuando escribe,

No hay duda de que los evangélicos están hoy día en un estado de perplejidad y desorientación. En asuntos como la práctica del evangelismo, la enseñanza de la santidad, la edificación de las iglesias locales, la tarea los pastores con las almas y el ejercicio de la disciplina, hay una notable insatisfacción con la forma que se hacen las cosas y una creciente incertidumbre sobre como hacerlas en el futuro.”

Packer continúa diciendo:

Este es un fenómeno complejo al cual han contribuido muchos factores. Pero al ir a la raíz del asunto encontramos que al final estas perplejidades se deben a que hemos perdido la conexión con el evangelio bíblico…sin darnos cuenta, durante el pasado siglo, hemos cambiando el evangelio por un producto substituto que aunque luce similar en algunos de sus detalles, es decididamente algo diferente cuando lo vemos como un todo.” (Introducción a "La Muerte de la Muerte en la Muerte de Cristo" por John Owen).

El punto esencial de esta vasta crisis es que un gran número de gente que se considera cristiana, que es recibida en las iglesias como cristiana, y que llega hasta a ocupar posiciones de ministerio, nunca se han convertido aunque han “aceptado a Cristo”. Esto nos habla de la gran necesidad de la conversión de los pecadores, y sobre todo nos advierte que a como van las cosas nuestro primer campo misionero, aparte de nuestras casas, debería ser la misma iglesia donde tantos asistentes parecen necesitar una verdadera conversión bíblica.

Pero en realidad, no es de extrañar que los asientos de las iglesias estén llenos de inconversos cuando los pulpitos están escasos del evangelio; cuando la verdad se sustituye con sermones triviales de moralismo, terapia y ocurrencias humanas.       

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