El Dios de Justicia Odia Los Falsos Reportes

Por Kevin de Young 
(Traducido por Victor B. Garcia)

Este artículo  no es acerca de algo en particular. A la vez es acerca de muchas cosas que suceden entre nosotros y en el internet. He aquí el pasaje bíblico que quiero considerar por unos minutos: 

"No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; ni al pobre distinguirás en su causa (Exo 23:1-3)." 

En estos versos hay al menos cuatro prohibiciones: 

1. No Propagues Falsos Reportes 
Obviamente, esto significa que no debemos mentir acerca de otras personas o contar historias que sabemos que son falsas. Pero también significa que debemos ser cuidadosos de no propagar falsos reportes aun si honestamente pensamos que es  verdad. Es terrible arruinar la reputación de alguien. Hacerlo por causa de un error honesto puede hacernos sentir mejor, pero no hace hace nada para ayudar a que el resto del mundo se sienta mejor respecto a la persona que ahora desprecian. Los pecados no intencionales siguen siendo pecados.

Por supuesto, todos nos equivocamos. Puede ser que luego nos demos cuenta que lo que propagamos no era la verdad que pensábamos que era. Pero en esos desafortunados casos, ¿Propagaremos nuestro error de una manera tan amplia como propagamos el rumor inicial? Tomate veinte minutos algún día para ver la película de ESPN  Judging Jewel (juzgando a Jewel)[1]. Te hará pensar dos veces antes de llegar a conclusiones y difundir reportes sobre cosas de las que no sabes nada.    

2. No Seas un Testigo Malicioso
Aunque pienses que la persona que estás atacando es un repulsivo e indeseable charlatán, el fin no justifica los medios. Hay muchísima gente amargada que se jacta de que "hablan la verdad como es" y profetas que andan defendiendo a los débiles y abusados los cuales harían bien en considerar si su verdadera pasión en realidad no es despreciar, difamar, vengarse y destruir más que buscar lo que trae unidad, pureza y paz. ¿Cuántos "guerreros de la verdad"  y "defensores de los marginalizados" han ganado sus ostentosos títulos destruyendo más que edificando?     

3.  No Asumas Que la Mayoría Está Siempre en lo Correcto
Dios nos advierte en contra de tomar partido con la mayoría solo porque es la mayoría. ¿Qué haces tú cuando todos saben que un atleta está en drogas, que un político es corrupto, que un pastor es abusador, que una celebridad es adicta, que un amigo es falso o que un comerciante es un prejuicioso discriminador?  Bueno, si no conoces los detalles, lo mejor es que te calles la boca. Mira la versión completa de la película "Pride and Prejudice" y observa al personaje llamado Mr. Darcy. La gente no siempre es lo que parece - con frecuencia son peor, pero a veces son mejor.

Es fácil asumir lo peor de los que están del otro lado. Nosotros creemos saber por instinto, por ejemplo, que Hillary Clinton ya está acabada o que Ted Cruz es un insoportable. Creemos estar seguros que la noticia que leímos sobre el policía abusivo tiene que ser verdad pues ya se sabe que no se puede confiar en los policías. No dudamos en diseminar el último rumor acerca del pasado de la víctima de una balacera porque ya sabemos la clase de gente que se mete en eso. Muchos de nosotros tenemos ya bien clara y definida nuestra posición. Tenemos una lista de mental de los buenos y de los malos. Leemos los eventos del día con una poderosa historia ya establecida en nuestras mentes. Pero la mayoría no siempre está en lo correcto, ni tampoco la mayor parte lo que "todo mundo sabe."

4. No Asumas Que el Más Pequeño Siempre Tiene la Razón  
Dios nos advierte en contra de ponerse del lado de los pobres solo porque son pobres. Tu versión de la justicia cósmica no es una excusa para perpetuar una injusticia local. Es aquí donde la "Indignación del Internet" hace increíblemente difíciles las cosas.

La siguiente escena ficticia se repite una y otra vez: alguien denuncia que la poderosa persona, organización o institución "A" ha hecho algo terrible contra el oprimido individuo, organización o institución "B."  Las acusaciones suenan terriblemente mal. Si son verdad, se exige indignación y recriminación. Pero, ¿Qué si  aun no es claro que los crímenes o las ofensas denunciadas tuvieron lugar?  ¿Qué si hay otro lado de la historia que aun no ha sido escuchado? ¿Qué si, como en el caso de los cargos contra UVA (Universidad de Virginia), la verdadera historia no es la que se contó?[2] ¿La sabiduría no nos dicta precaución y paciencia? Sin embargo, la precaución y la paciencia en tales situaciones con frecuencia se desechan aduciendo que favorecen a los poderosos o aumentan el dolor de las víctimas. De esta manera somos presionados a condenar a los supuestos criminales, si no se nos puede acusar de apoyar el crimen mismo. Por supuesto, el trato preferencial a los poderosos es despreciable. Pero eso no hace que el trato preferencial a los pobres sea menos deshonroso. 

Por favor, por favor, seamos más cuidadosos con nuestras palabras. Que nuestras publicaciones y comentarios se basen en el conocimiento, y que nuestros reportes y testimonios se fundamenten en hechos. Seamos de los últimos en decir lo que pensamos si no somos de los que conocen la verdad. No confundamos lo que vemos en el internet o escuchamos en conversaciones alarmistas con una verdadera investigación de los hechos. Escuchar el reporte de algo no nos da el derecho de hablar.

Especialmente ahora, con el poder y la facilidad con se pueden usar el internet y las redes sociales todo cristiano que escribe un blog o envía un tweet, antes de hacerlo haría bien en orar conforme a lo que dice el catecismo de Heidelberg en su explicación sobre el noveno mandamiento:

"La voluntad de Dios es que yo no levante falso testimonio contra nadie, que no tergiverse las palabras de los demás, que no chismee ni calumnie y que no me una en  condenar a nadie sin haberle escuchado o si una causa justa. Ya sea en una corte o en cualquier otro lugar, debo evitar toda clase de mentira y engaño contra alguien pues estas son las estrategias que usa el diablo y pueden provocar la intensa ira de Dios contra mí.  Debo amar la verdad, hablarla honestamente y reconocerla abiertamente pero debo procurar con todas mis fuerzas defender la honra y la reputación de mi prójimo" (Catecismo de Heidelberg, Pregunta # 112). 

Esto me suena bien. Suena bastante como la ley de Moisés en Éxodo 23; suena también como lo que Jesús dijo. ¡Señor, ayúdanos a mostrarle al mundo algo mejor que los incrédulos! 
         


[1] "Judging Jewel"es un documental sobre Richard Jewel, cuya reputación fue destruida por el FBI y la prensa acusándolo falsamente de poner una bomba en los juegos olímpicos de Atlanta en 1996. Inicialmente, fue considerado un héroe que salvó muchas vidas al avisar que había visto un paquete sospechoso; luego fue acusado y acosado por meses hasta destruirlo, para finalmente descubrir que era inocente. 

[2] En Diciembre de 2014 la revista norteamericana Rolling Stone publicó la historia de la salvaje violación de una joven por siete jóvenes miembros de una fraternidad universitaria en la Universidad de Virginia (UVA).  Los jóvenes y la universidad fueron expuestos como culpables. Por semanas los jóvenes tuvieron que esconderse debido a amenazas de muerte y persecución. Posteriormente se demostró que la historia era mentira.    

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