¿Creerías si Dios Enviara un Ángel del Cielo a Predicarte?

Si Dios enviara un ángel del cielo para persuadirte a que dejes la vida de pecado y te conviertas, ¿lo escucharías y obedecerías o no?  Y si en tu pecado y tu descuido espiritual este ángel se te apareciera y te dijera que Dios aborrece tu iniquidad, que su ira está sobre tu cabeza y que su juicio te alcanzará si no te arrepientes; y si además te rogara que te des cuenta de tu necedad y te vuelvas a Dios de corazón ¿qué le responderías? 

¿Le dirías en su cara que no te vas a convertir, que prefieres disfrutar el mundo y arriesgar tu alma antes de vivir una vida tan estricta?  Seguro que no lo harías.  ¿No le dirías que te arrepientes y que abandonarás tu pecado sin tardar? 

Pero, ¿qué pasaría si después de decirle al ángel estas cosas se te olvida y no haces lo que dices? ¿No sería eso prueba de que eres un hipócrita?  ¿Y no sería motivo para que recibas doble condenación? 

Sin duda que una aparición angélica te espantaría y sacudiría tu confianza.  Al mundano rey Artajerjes de Persia le temblaron las rodillas, le cambió el semblante y se le turbaron los pensamientos cuando se le apareció una mano escribiendo sobre la pared acerca de el juicio de Dios en contra de él (Dan. 6).  Los guardias de la tumba de Cristo temblaron y cayeron como muertos cuando el Señor resucitó (Mat. 28.4).  ¡Y cuánto le afectó a Cornelio la aparición de un ángel que le dijo que llamara a Pedro para que le predicara! (Hech. 10).  ¡Y qué conmoción sintió el carcelero de Filipos cuando la tierra tembló en medio de las alabanzas de Pablo y Silas! (Hech. 16).

Pero dime, ¿qué pasaría si un ángel del cielo viniera y te repitiera  lo que dice Mateo 18.3: “En verdad, en verdad te digo que si no te conviertes y te haces como un niño, no podrás entrar en el reino de los cielos”?   ¿Te someterías o no?   Si no lo hicieses, tendrías a ese ángel como testigo en contra tuya.  Pero si lo hicieses, déjame preguntarte algo más, ¿no debería causarte el mismo efecto, o un efecto mayor, la palabra escrita de Dios, los mensajeros que la predican enviados por Dios, y las misericordias y juicios que la confirman? 

En la Biblia tú tienes la amonestación y las declaraciones autoritativas de Dios mismo, ¿y no te vas a someter a esa autoridad?  Los ángeles son solamente siervos de Cristo, espíritus ministradores para el bien de los elegidos, ¿vas a escucharlos y someterte a ellos, y no lo harás con los mensajeros humanos que envía el Dios que los gobierna?   ¿Me vas a decir que sólo oirías a un mensajero extraordinario pero que a los que Dios designa ordinariamente los desechas?  Si el llamado a la conversión es una doctrina digna de ser recibida a través de un ángel, dime, ¿por qué no habría de ser recibida a través de la Biblia y de los ministros que la predican?

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