Verdades en Breve

Trinidad
Es la doctrina de que Dios es uno y existe en tres distintas personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas tres personas son divinas, diferentes una de otra, pero no son tres dioses sino uno y el mismo Dios eterno, perfecto e infinito, creador de los cielos y de la tierra revelado a nosotros en las Santas Escrituras. Esta doctrina es una paradoja, pero no una contradicción, sobrepasa la capacidad de la lógica humana, pero no es ilógica; es un misterio revelado en la Biblia que mueve a los creyentes a la adoración y el asombro. 
“Tan pronto como contemplo al Dios Único, veo la luz esplendorosa de las tres personas; tan pronto como distingo a cada persona, soy llevado de vuelta al Dios único.

Eiségesis y Exégesis 
Las palabras exégesis y eiségesis se usan respecto al análisis y estudio de la Biblia, pero son opuestas. Exégesis se refiere a la manera legítima de estudio e interpretación. Hacer exégesis es estudiar cuidadosamente la Biblia dejando que ella se interprete a sí misma, sin contradicción, para sacar de ella el significado que Dios puso allí. Por lo contrario, Eiségesis es una manera falsa y artificiosa de interpretación que le inyecta a la Biblia ideas preconcebidas en lugar de dejar que ella se interprete a sí misma. La eiségesis no saca de la Biblia lo que Dios puso allí, sino que le mete ideas ajenas. Los ‘exégetas’ se someten a Dios y a su Palabra sin pretensiones ni innovaciones, sino con humildad y fidelidad. Los ‘eiségetas’ se hacen pasar por exégetas, pero en su afán de ser prácticos, profundos o innovadores, se convierten en promotores de doctrinas desviadas y métodos anti-bíblicos. La base de los eiségetas es la invención humana, sea el pragmatismo, la cultura, el misticismo, el tradicionalismo, el sentimentalismo o los gustos de los hombres. La base de los verdaderos exégetas es “solo la Escritura.”

Calvinismo o Doctrinas de la Gracia Soberana
“Calvinismo” es un nombre equivocado que se usa por razones históricas.  Se refiere a las verdades sobre la salvación derivadas de la doctrina de la gracia soberana de Dios; por eso también se le conoce como “las doctrinas de la gracia.”   

El calvinismo no fue ocurrencia de Calvino.  Agustín de Hipona enseñó “el calvinismo” casi mil años antes que Calvino, y Pablo lo enseñó más de cuatrocientos años antes de Agustín. Es la doctrina bíblica de la soberanía de Dios salvando a pecadores indignos, impotentes e irremediablemente condenados al tormento eterno del infierno.   

La presentación sistemática del calvinismo se halla en un documento conocido como los Cánones de Dort publicado entre 1618-1619. Los Cánones de Dort se escribieron para desmentir a los “antagonistas” o “arminianos,” un movimiento religioso que rechazaba la soberanía absoluta de Dios y afirmaba que la salvación depende del hombre, quien por su libre albedrío, es capaz de creer y de aceptar o de rechazar la gracia salvadora de Dios. 

El “calvinismo,” contrario al “arminianismo” afirma que el hombre es incapaz de lograr por sí mismo la salvación y que tampoco tiene la inclinación, habilidad o deseos de creer y aceptar la salvación gratuita que Dios le ofrece en Cristo. Los seres humanos nacen arminianos y antagonistas. Su única esperanza es que la gracia soberana de Dios los alcance. La salvación pertenece a Dios y solo se alcanza por gracia por medio de la fe en el Señor Jesucristo; no por obras, religión, esfuerzos o dignidad propia. Las doctrinas de la gracia son cinco: 1) La depravación total del hombre, 2) La elección incondicional, 3) La redención particular (o expiación limitada), 4) La gracia o llamamiento irresistible y 5) La perseverancia eterna de los santos. 
Solo la Escritura, solo por gracia, solo por la fe, solo en Cristo, solo a Dios la gloria.