La Profundidad de mi Depravación

Por Tim Challies 
Testimonio - esta es una buena palabra entre los cristianos, ¿No es cierto? Cada cristiano tiene un testimonio de cómo Dios extendió su gracia hacia su vida. Y los testimonios son hermosos pues muestran la obra soberana de nuestro gran Dios.

Usualmente preferimos los testimonios que despliegan las bajezas más dramáticas.  Todos hemos oído historias que parecen celebrar los pecados pasados más que lamentarlos. Pero esas historias nos gustan porque nos asombra oír como alguien se alejó de una vida grotesca de pecado.  

Yo solía sentirme fuera de lugar contando mi testimonio porque siempre fui un niño bueno. Tuve oportunidades de beber y hacer drogas, pero no me interesaba. Nunca robe nada, excepto unas pocas monedas cuando mi mamá me pedía que le comprara algo. No había mucho que decir. Pero los detalles no deberían ser lo importante en todo caso. Mi depravación se manifestaba más en mi rechazo a Dios y a su gracia que en mis pecados y obras injustas. Yo demostraba mi rebeldía en mi negación de Dios y en mi rechazo y resistencia a su gracia más que en cualquier hecho pecaminoso que hubiese cometido. Si hubiese asesinado a alguien bajo el efecto de las drogas, eso habría sido menos severo que mi absoluto rechazo a Dios.

Después de todo, las obras injustas son simplemente la evidencia de una más profunda rebelión. Ellas son el síntoma, no la enfermedad. El punto es que tú no sabes cuán profundamente pecaminoso eres por tu maldad externa sino por tu rechazo a Dios y a su gracia. Ese es el pecado más serio, vil y perverso de todos.  

El Dios de Justicia Odia Los Falsos Reportes

Por Kevin de Young 
(Traducido por Victor B. Garcia)

Este artículo  no es acerca de algo en particular. A la vez es acerca de muchas cosas que suceden entre nosotros y en el internet. He aquí el pasaje bíblico que quiero considerar por unos minutos: 

"No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; ni al pobre distinguirás en su causa (Exo 23:1-3)." 

En estos versos hay al menos cuatro prohibiciones: 

1. No Propagues Falsos Reportes 
Obviamente, esto significa que no debemos mentir acerca de otras personas o contar historias que sabemos que son falsas. Pero también significa que debemos ser cuidadosos de no propagar falsos reportes aun si honestamente pensamos que es  verdad. Es terrible arruinar la reputación de alguien. Hacerlo por causa de un error honesto puede hacernos sentir mejor, pero no hace hace nada para ayudar a que el resto del mundo se sienta mejor respecto a la persona que ahora desprecian. Los pecados no intencionales siguen siendo pecados.

Por supuesto, todos nos equivocamos. Puede ser que luego nos demos cuenta que lo que propagamos no era la verdad que pensábamos que era. Pero en esos desafortunados casos, ¿Propagaremos nuestro error de una manera tan amplia como propagamos el rumor inicial? Tomate veinte minutos algún día para ver la película de ESPN  Judging Jewel (juzgando a Jewel)[1]. Te hará pensar dos veces antes de llegar a conclusiones y difundir reportes sobre cosas de las que no sabes nada.    

2. No Seas un Testigo Malicioso
Aunque pienses que la persona que estás atacando es un repulsivo e indeseable charlatán, el fin no justifica los medios. Hay muchísima gente amargada que se jacta de que "hablan la verdad como es" y profetas que andan defendiendo a los débiles y abusados los cuales harían bien en considerar si su verdadera pasión en realidad no es despreciar, difamar, vengarse y destruir más que buscar lo que trae unidad, pureza y paz. ¿Cuántos "guerreros de la verdad"  y "defensores de los marginalizados" han ganado sus ostentosos títulos destruyendo más que edificando?     

3.  No Asumas Que la Mayoría Está Siempre en lo Correcto
Dios nos advierte en contra de tomar partido con la mayoría solo porque es la mayoría. ¿Qué haces tú cuando todos saben que un atleta está en drogas, que un político es corrupto, que un pastor es abusador, que una celebridad es adicta, que un amigo es falso o que un comerciante es un prejuicioso discriminador?  Bueno, si no conoces los detalles, lo mejor es que te calles la boca. Mira la versión completa de la película "Pride and Prejudice" y observa al personaje llamado Mr. Darcy. La gente no siempre es lo que parece - con frecuencia son peor, pero a veces son mejor.

Es fácil asumir lo peor de los que están del otro lado. Nosotros creemos saber por instinto, por ejemplo, que Hillary Clinton ya está acabada o que Ted Cruz es un insoportable. Creemos estar seguros que la noticia que leímos sobre el policía abusivo tiene que ser verdad pues ya se sabe que no se puede confiar en los policías. No dudamos en diseminar el último rumor acerca del pasado de la víctima de una balacera porque ya sabemos la clase de gente que se mete en eso. Muchos de nosotros tenemos ya bien clara y definida nuestra posición. Tenemos una lista de mental de los buenos y de los malos. Leemos los eventos del día con una poderosa historia ya establecida en nuestras mentes. Pero la mayoría no siempre está en lo correcto, ni tampoco la mayor parte lo que "todo mundo sabe."

4. No Asumas Que el Más Pequeño Siempre Tiene la Razón  
Dios nos advierte en contra de ponerse del lado de los pobres solo porque son pobres. Tu versión de la justicia cósmica no es una excusa para perpetuar una injusticia local. Es aquí donde la "Indignación del Internet" hace increíblemente difíciles las cosas.

La siguiente escena ficticia se repite una y otra vez: alguien denuncia que la poderosa persona, organización o institución "A" ha hecho algo terrible contra el oprimido individuo, organización o institución "B."  Las acusaciones suenan terriblemente mal. Si son verdad, se exige indignación y recriminación. Pero, ¿Qué si  aun no es claro que los crímenes o las ofensas denunciadas tuvieron lugar?  ¿Qué si hay otro lado de la historia que aun no ha sido escuchado? ¿Qué si, como en el caso de los cargos contra UVA (Universidad de Virginia), la verdadera historia no es la que se contó?[2] ¿La sabiduría no nos dicta precaución y paciencia? Sin embargo, la precaución y la paciencia en tales situaciones con frecuencia se desechan aduciendo que favorecen a los poderosos o aumentan el dolor de las víctimas. De esta manera somos presionados a condenar a los supuestos criminales, si no se nos puede acusar de apoyar el crimen mismo. Por supuesto, el trato preferencial a los poderosos es despreciable. Pero eso no hace que el trato preferencial a los pobres sea menos deshonroso. 

Por favor, por favor, seamos más cuidadosos con nuestras palabras. Que nuestras publicaciones y comentarios se basen en el conocimiento, y que nuestros reportes y testimonios se fundamenten en hechos. Seamos de los últimos en decir lo que pensamos si no somos de los que conocen la verdad. No confundamos lo que vemos en el internet o escuchamos en conversaciones alarmistas con una verdadera investigación de los hechos. Escuchar el reporte de algo no nos da el derecho de hablar.

Especialmente ahora, con el poder y la facilidad con se pueden usar el internet y las redes sociales todo cristiano que escribe un blog o envía un tweet, antes de hacerlo haría bien en orar conforme a lo que dice el catecismo de Heidelberg en su explicación sobre el noveno mandamiento:

"La voluntad de Dios es que yo no levante falso testimonio contra nadie, que no tergiverse las palabras de los demás, que no chismee ni calumnie y que no me una en  condenar a nadie sin haberle escuchado o si una causa justa. Ya sea en una corte o en cualquier otro lugar, debo evitar toda clase de mentira y engaño contra alguien pues estas son las estrategias que usa el diablo y pueden provocar la intensa ira de Dios contra mí.  Debo amar la verdad, hablarla honestamente y reconocerla abiertamente pero debo procurar con todas mis fuerzas defender la honra y la reputación de mi prójimo" (Catecismo de Heidelberg, Pregunta # 112). 

Esto me suena bien. Suena bastante como la ley de Moisés en Éxodo 23; suena también como lo que Jesús dijo. ¡Señor, ayúdanos a mostrarle al mundo algo mejor que los incrédulos! 
         


[1] "Judging Jewel"es un documental sobre Richard Jewel, cuya reputación fue destruida por el FBI y la prensa acusándolo falsamente de poner una bomba en los juegos olímpicos de Atlanta en 1996. Inicialmente, fue considerado un héroe que salvó muchas vidas al avisar que había visto un paquete sospechoso; luego fue acusado y acosado por meses hasta destruirlo, para finalmente descubrir que era inocente. 

[2] En Diciembre de 2014 la revista norteamericana Rolling Stone publicó la historia de la salvaje violación de una joven por siete jóvenes miembros de una fraternidad universitaria en la Universidad de Virginia (UVA).  Los jóvenes y la universidad fueron expuestos como culpables. Por semanas los jóvenes tuvieron que esconderse debido a amenazas de muerte y persecución. Posteriormente se demostró que la historia era mentira.    

Por Qué Este Científico Cree en Dios

Por el Dr. Francis Collins
Special para CNN
 
Soy científico y soy creyente, y no veo conflicto entre estas dos posiciones. Como director del "Proyecto del Genoma Humano" he guiado un consorcio de científicos para descifrar el 3.1 millón de letras del genoma humano - nuestro libro de instrucciones del DNA.  Como creyente veo el DNA, (las moléculas de información todos los seres vivientes) como el lenguaje de Dios, y considero que la elegancia y complejidad de nuestros cuerpos y del resto de la naturaleza son un reflejo del plan de Dios. 

No siempre he sostenido esta perspectiva. Cuando me gradué de física química en los años 70, yo era un ateo que no veía razón para postular la existencia de ninguna verdad fuera de las matemáticas, la física y la química. Pero entonces fui a la escuela de medicina y me encontré con los conflictos de la muerte en el lecho de mis pacientes.  Comencé a buscar respuestas luego de ser desafiado por uno de ellos quien me preguntó "¿En qué cree usted doctor?"

Tuve que admitir que la ciencia que tanto amaba era impotente para responder preguntas como "¿Cuál es el significado de la vida?" "¿Por qué estamos aquí?" "¿Por qué la matemática funciona después de todo?" "Si el universo tuvo un inicio, ¿quién lo creó"? "¿Por qué todas las constantes físicas en el universo están tan minuciosamente reguladas para permitir que exista formas complejas de vida?" "¿Por qué los seres humanos tenemos conciencia moral?" "¿Qué sucede después de la muerte?"

Yo siempre había asumido que la fe estaba basada en argumentos puramente emocionales e irracionales y fue asombroso describir, al principio a través de los escritos de C. S. Lewis, un académico de Oxford, y subsecuentemente por otras fuentes, que se puede construir un caso solido para la plausibilidad de la existencia de Dios con argumentos racionales. Mis declaraciones ateas iniciales que decían "sé que no hay Dios" dejaron de ser defendibles. Como dijo el escritor británico G.K. Chesterton "el ateísmo es el más atrevido de todos los dogmas porque es la afirmación de un universo negativo." 

Pero la razón por sí misma no puede probar la existencia de Dios. La fe es razón más revelación, y la revelación requiere que uno piense con el espíritu tanto como con la mente. Para conocer la música tú tienes que oírla, no basta con que leas una partitura en una hoja. Ultimadamente se requiere un paso de fe.  

Para mí ese paso de fe vino a los 27 años cuando mi búsqueda por conocer el carácter de Dios me guió hacia la persona de Jesucristo.  En Él encontré una persona cuyas evidencias históricas de su vida eran notablemente fuertes, que hizo asombrosas declaraciones sobre amar al prójimo y cuyo reclamo de ser el Hijo de Dios demandaban decidir si estaba desvariando o era en verdad lo que decía ser.  Después de resistir por casi dos años, me fue imposible seguir viviendo en tal estado de incertidumbre y me convertí en un seguidor de Jesús.

Algunos me han preguntado, ¿no le explota el cerebro? ¿Cómo puede buscar entender el proceso de la vida usando las herramientas de la genética y la biología molecular y a la vez adorar a un Dios creador? ¿No son incompatibles la evolución y la fe en Dios? ¿Puede un científico creer en milagros como la resurrección?

Realmente yo no encuentro conflicto en esto, y obviamente tampoco el 40 por ciento de los científicos activos que dicen ser creyentes… He encontrado que hay una maravillosa armonía en las verdades complementarias de la ciencia y la fe. El Dios de la Biblia es también el Dios del genoma. Dios puede ser hallado en la catedral o en el laboratorio. Investigando la majestuosa y maravillosa creación, la ciencia puede llegar a ser un medio de adoración.

(Nota: A pesar de su inspirador testimonio Francis Collins sostiene ideas  sobre la creación del universo y del hombre que son incompatibles con la enseñanza clara de la Escritura - acepta la teoría de la evolución para explicar el origen del hombre, aunque afirma que Dios está detrás de estas cosas. Él hace esto en un intento por reconciliar la ciencia con la fe, pero ultimadamente  termina menoscabando la autoridad de la Escritura. Para una discusión crítica respecto a esta posición puede leer el siguiente artículo: https://answersingenesis.org/reviews/books/the-language-of-god-by-francis-collins/  y también: http://www.icr.org/article/christianity-public-stage-dr-francis/). 

Guardaos de los Falsos Profetas

La manipulación y transgresión doctrinal de ciertos predicadores se debe al descuido de la majestad, y soberanía del Dios bíblico y a la devaluación de la gracia de la cruz de Cristo en sus vidas y su teología.

De estos advierte Pablo en Filipenses: "perros (profanos), malos obreros, mutiladores del cuerpo (que aparentan piedad)…enemigos de la cruz de Cristo, que adoran al dios de sus propios deseos, se enorgullecen de su vergüenza y sólo piensan en lo terrenal." (Phi 3:2, 18-19). Esta plaga viene de las bancas ocupadas por gente que no soporta la sana doctrina y llega a los pulpitos ocupados por maestros que le dicen a la gente las novelerías que quieren oír (2 Tim. 4.3-4).     

Esto se combate con predicadores e iglesias comprometidas a predicar y vivir la verdad bíblica bajo la gracia de Dios, y a rechazar las tendencias frívolas y mundanas de los que tienen comezón de oír pero apartan de sus oídos la verdad,infatuados con las fábulas profanas de sus falsos maestros.       


Tú Puedes Decirle No a la Pornografía

Por John Piper 
Del libro "Killjoys" ("Asesinos del Gozo"). 

No todo deseo sexual es lujuria. Este tiene un lugar correcto y puede incluso ser un acto de adoración en el templo del matrimonio. Pero la lujuria es un deseo sexual desviado. Aquí está mi definición:

La lujuria es un deseo sexual que deshonra a su objeto y menosprecia a Dios porque menosprecia sus promesas y sus advertencias de tener o perder las bellezas de Cristo. 

La mujer o el hombre que deseas en tu cabeza, en la pantalla o en la calle es deshonrada - la deshonras al no tratarla como a una persona sagrada, preciosa y eterna hecha a la imagen de Dios, cuyo destino eterno es lo más importante y cuya santidad estás deseando o ignorando. Y la única manera en que esta deshonra puede tomar lugar es menospreciando temerariamente a Dios estando bajo el control de la lujuria -  desechando las promesas y las advertencias de tener o de perder las bellezas de Cristo. Así que la lujuria es un deseo sexual que deshonra a su objeto y menosprecia a Dios. Considera conmigo por unos minutos el papel espiritual del auto-control en relación a la lujuria.

La Fe en Cristo Vence a  la 'Adicción'
Adicción es un término relativo. Yo arriesgo mi vida asumiendo que nadie es absolutamente adicto a la pornografía o a ningún pecado sexual. Me refiero a lo siguiente: Si las consecuencias son suficientemente graves e inevitables vas a tener todo el autocontrol que necesitas para resistir a cualquier tentación sexual.

Por ejemplo, si esta noche estuvieses siendo consumido por un deseo sexual tan  violento, y poderoso como jamás lo hayas sentido en tu vida, y si creyeras que no puedes resistir la tentación de mirar desnudez en el internet, y repentinamente un miembro encapuchado del grupo terrorista ISIS entrara al cuarto arrastrando a tu mejor amigo o a tu esposa con un cuchillo en su cuello y te dijera, "si miras ese sitio pornográfico le voy a cortar el cuello," tú tendrías el autocontrol que pensabas que no tenías. No le harías el clic al ratón de tu computadora. O si un hombre entra en tu cuarto y te dice, "si no miras pornografía te daré un millón de dólares en cash, sin impuestos esta misma noche," tú repentinamente tendrías el control que pensabas que no tenias.

La adicción es un término relativo. El hecho es que el 99% de los que le dan lugar a la lascivia en la pornografía, la fornicación o el adulterio, no están siendo controlados totalmente por el deseo sexual. Están siendo controlados realmente por lo que creen - lo que creen que les sucederá si actúan o no de acuerdo a su lujuria.

El Espíritu de Dios Nos Controla
El punto decisivo es si creemos que las consecuencias serán suficientemente graves e inevitables. Si estuviésemos seguros que un amigo moriría una muerte grotesca tendríamos autocontrol. Si estuviésemos seguros que conseguiríamos un millón de dólares tendríamos autocontrol.

Ahora, no hay nada particularmente cristiano cuando analizamos la motivación. Esta es simplemente la manera en que los seres humanos estamos constituidos. El autocontrol era una virtud de los estoicos antes de ser una virtud cristiana, y no hay nada exclusivamente cristiano en ello.

Sin embargo Pablo incluye el autocontrol (engkrateia) como un fruto del Espíritu (Gálatas 5:23). De modo que para los que creen el evangelio de Cristo y son justificados por la fe (Romanos 3:28), el Espíritu Santo viene a ser la causa decisiva de su "autocontrol." Esto es lo que yo considero que significa "fruto" en Gálatas 5. El Espíritu produce autocontrol en el creyente. La acción de nuestra parte es vital y esencial pero no decisiva. El Espíritu es decisivo.

Pablo dice en Filipenses 2:12-13, ocúpate en tu salvación porque Dios se ocupa de ti. Esto significa, "controla tus deseos lascivos porque el Espíritu esta controlándolos a través tuyo." Ejerce autocontrol porque el Espíritu está haciendo que éste opere en ti. La sangre de Cristo, la sangre del nuevo pacto nos asegura la obra del Espíritu. Y cuando Él obra, nosotros obramos. Su obra se manifiesta en nuestras acciones. Él crea el milagro del autocontrol y nosotros actuamos en el milagro del autocontrol. 

Pero el Espíritu no produce el mismo autocontrol que tenían lo estoicos. Los estoicos no dependían de Cristo ni vivían para Cristo. Pero el Espíritu Santo está en el creyente por causa de la muerte de Cristo y para la gloria de Cristo (Juan 14:16). La sangre de Cristo fue Su precio y mostrar la belleza de Cristo es Su misión.

La Belleza de Cristo es Mejor
Por esto, la manera en que el Espíritu produce autocontrol en el creyente es revelando las bellezas de Cristo a nuestras almas como lo supremamente hermoso y satisfactorio. Él remueve la dureza de nuestro corazón y la ceguera de nuestra alma para que podamos ver y saborear las bellezas de Cristo como realmente son.

Y lo que el Espíritu nos muestra a través de la palabra de Cristo es que la plena satisfacción de la belleza de Cristo puede perderse para siempre si por dejarnos esclavizar de la lujuria demostramos ser unos hipócritas que aman más el sexo que a Cristo. También Él nos muestra que viene el día, y ya está aquí en gran medida, cuando disfrutaremos a Cristo con una plenitud de gozo que sobrepasa todo el placer que sea posible encontrar en la lujuria.

Esto nos trae de regreso al terrorista de ISIS que está a punto de cortarle el cuello a nuestro mejor amigo, y al hombre que nos ofrece el millón de dólares. El Espíritu Santo nos muestra que cuando enfrentamos la tentación de la lujuria los riesgos son mucho más graves que cualquiera de esas situaciones. El riesgo que las bellezas de Cristo que el Espíritu Santo revela se pueden perder para siempre o pueden satisfacer tu alma para siempre.

Él abre nuestros oídos para escuchar a Jesús diciendo, " Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. (Mat 5:29). Esto es peor de lo que sería el más grande ataque de ISIS. Él también abre nuestros oídos para escuchar a Jesús decir, " Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mat 5:8) lo cual es una recompensa infinitamente superior a un comparativamente simple millón de dólares.


El autocontrol es un fruto del Espíritu. Es el Espíritu quien produce este milagro, nosotros actuamos sobre la base de ese milagro. Él hace que se abran nuestros ojos para ver las bellezas de Cristo y entender que estas pueden perderse por siempre al hacernos esclavos de la lujuria o pueden ser disfrutadas eternamente al cultivar un corazón puro.  

Los Engaños del Aborto

Fragmentos traducidos de un artículo de Erika Bachipochi, abogada que apoyó por mucho tiempo el aborto, pero ahora se opone afirmando que no ayuda a las mujeres, no les da derechos legítimos, ni les hace iguales a los hombres. Ver articulo completo (en inglés):  http://www.cnn.com/2015/01/22/opinion/bachiochi-abortion-roe-v-wade/

Yo apoyaba los derechos del aborto y conozco la tentación de considerar este como una representación de la igualdad de los derechos de la mujer. Después de todo quedar embarazada inesperadamente parece interrumpir la habilidad de la mujer de seguir sus propias metas y ambiciones. Y cuando hay pobreza, la carga agobiante de otros niños o riesgos en el embarazo por problemas de salud, todo luce como una injusticia para las mujeres.

El aborto pareciera brindar a las mujeres una respuesta práctica a la desproporcionada responsabilidad sexual que las relaciones sexuales y el embarazo pone delante de ellas. Pero esta solución que supuestamente cura la 'injusticia' de que las mujeres quedan embarazadas y los hombres no, consiste en acabar con la vida del pequeño ser humano que se desarrolla en el vientre de la mujer.  

El aborto es un engaño que quiere hacer creer a las mujeres que estas pueden ser como los hombres - capaces de no estar embarazadas - y así competir con ellos profesional, social y académicamente. O si son pobres, están abrumadas de problemas o el hombre que las embarazó las abandona, les quiere hacer creer que es su 'responsabilidad social' deshacerse del fruto de su vientre - su niño o niña.    

Pero lo que las mujeres en realidad necesitan es ser respetadas no solo por sus logros como profesionales sino por la maravillosa capacidad de procrear una nueva vida humana. Las mujeres queremos ser respetadas por nuestro trabajo como madres.

 Negar que lo que hay en el vientre de una mujer embarazada es una vida humana distorsiona también a la madre de ese niño o niña haciendo que ella tenga derechos de propiedad sobre esta criatura en desarrollo como antiguamente los esposos tenían derecho sobre la vida de sus mujeres.

El aborto le otorga a la mujer, o más bien pone sobre ella la carga del inhumano derecho de decidir sobre el destino de otro ser humano, que en este caso es un vulnerable bebé - su propio hijo o hija. En lugar de eso deberíamos proveerle a cada mujer embarazada el múltiple apoyo de la familia y de la sociedad que ella necesita, cualquiera que sea su situación, para animarla en su papel de reproductora del milagro de la vida humana.  
  
Hoy día parece que hablar del milagro de las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer fuese arcaico, como si las diferencias sexuales fuesen indefinidas y  viviésemos por encima de ellas.  Hay quienes quieren procuran borrar la noción de papá y mamá como si eso fuese progreso y nos fuese a liberar de las anticuadas y deterministas categorías de hombre y mujer.
Pero cuando pretendemos que no hay diferencias entre los sexos son las mujeres las que sufren porque ellas son las que quedan embarazadas. Y cuando eso pasa y el hombre se desentiende, ellas tienen dos opciones: cuidar con sacrificio al bebé en su vientre o quitarle la vida. Los hombres pueden tener sexo y desaparecerse, y desde que se legalizó el aborto hace 42 años con la ley de Row-Wade, eso es lo que hacen la mayoría.  

 Es tiempo de admitir la maravillosa y asombrosa verdad de las diferencias sexuales y de conformar nuestra sociedad para darle prioridad a aquellas que cuidan de los seres más vulnerables que son los niños. Y es tiempo de exigirle más y más a los hombres. Promoviendo el aborto no hacemos eso.