Casiodoro de Reina, el Traductor de la Biblia al Español (1520-1594)


Estudio de la Biblia en el Monasterio de San Isidoro
En 1530, Casiodoro De Reina se unió al monasterio de San Isidoro en Sevilla, España en donde se seguían las reglas de Jerónimo, el gran traductor de la antigua versión Vulgata Latina, la versión más usada antes de la Reforma. En esos días, surgieron nuevas ideas en el monasterio, promovidas por el superior de la institución, quien guió a sus frailes hacia el estudio de la Biblia, y por algún tiempo buscó una espiritualidad más profunda. Sin embargo, repentinamente el superior cambió de actitud y regresó a las leyes monásticas y a las penitencias, aparentemente debido a que la Inquisición (el tribunal de la iglesia católica que perseguía y penalizaba los delitos contra su doctrina) comenzó a vigilar las actividades dentro del convento. Sin embargo, el cambio que ya había comenzado no se detuvo y los frailes continuaron son sus lecturas y discusiones bíblicas.

Escape de la Persecución y los Mártires de San Isidoro
En 1557, un hombre de Dios llamado Julián Hernández, (conocido como Julianillo, por su baja estatura), introdujo de contrabando a Sevilla, desde Ginebra, Suiza, varios libros protestantes que fueron leídos ávidamente por los frailes del monasterio.

Pero entonces, vino la catástrofe. Alguien denunció a la Inquisición las actividades de Julianillo y éste fue capturado en Córdova y traído a Sevilla, donde por más de tres años intentaron hacerle negar su fe protestante hasta que lo condenaron a ser quemado vivo. El día de su ejecución, Julianillo mostró su
menosprecio por la inquisición ayudando a amontonar la leña alrededor de sí. Junto a él, fueron quemados y estrangulados muchos otros. 

La persecución se desató, pero algunos pudieron escapar, entre ellos Casiodoro De Reina y Cipriano de Valera, (quien más tarde vino a ser el que revisó la traducción de Reina, de donde proviene la versión de la Biblia conocida como Reina-Valera).

La Traducción de la Biblia en medio de Asechanzas
Casiodoro se refugió en Ginebra, Suiza, junto a los que escaparon, pero más tarde emigró a Inglaterra en medio de muchos peligros a causa de la Inquisición española que le asechaba. En Inglaterra, Casiodoro vivió seguro por un tiempo y continuó la traducción del Antiguo Testamento, que había comenzado desde su partida de Sevilla. Sin embargo, debido a las asechanzas del gobierno español que quería traerlo ante la Inquisición, tuvo que huir a Amberes, Bélgica, donde sus amigos calvinistas le protegieron, aunque el Rey Felipe había puesto precio por su cabeza. De allí fue a Francia, de donde lo expulsaron; luego se dirigió a Frankfurt, Alemania, donde para sobrevivir se dedicó al comercio, sin nunca abandonar la traducción.

El Nuevo Testamento de Juan Perez de Pineda
Pérez de Pineda era otro traductor a quien Casiodoro se unió en su salida de Francia. Este había traducido al español el Nuevo Testamento y los Salmos, y ambos habían acordado que cuando Casiodoro terminara su traducción del Antiguo Testamento unirían sus respectivos trabajos para publicar la
Biblia completa al español.

Grandes Dificultades Para la Traducción
Después de casi doce años de trabajo en medio de persecuciones, Casiodoro terminó la traducción del Antiguo Testamento al español. Pérez de Pineda ya había muerto, pero había dejado su traducción y fondos para su publicación. Así que todo estaba listo. Pero entonces surgieron nuevas dificultades. Las autoridades de Basilea, Suiza, donde debía hacerse el trabajo, exigieron a Casiodoro cartas de recomendación que debían venir de Estrasburgo, Alemania. Como las cartas tardaban, Casiodoro fue en persona a buscarlas, pero en el camino enfermó y al recuperarse, cuando iba a continuar su viaje supo que el impresor que iba a hacer la publicación y a quien se le había pagado por adelantado, había muerto en bancarrota, de modo que los fondos se perdieron.

Por fin sus amigos en Frankfurt, conmovidos por su tenacidad y por la increíble serie de dificultades que había enfrentado, reunieron los fondos necesarios para la publicación Pero entonces surgió otro tropiezo. La edición del Nuevo Testamento que Pérez de Pineda había traducido y que iba a publicarse junto al Antiguo Testamento de Casiodoro, fue confiscada y destruida por órdenes de Felipe II, rey de España. Tales noticias fueron un duro golpe para Casiodoro, puesto que esto dejaba la obra incompleta.

Ya el Antiguo Testamento estaba en la imprenta cuando Reina se dispuso a traducir el Nuevo Testamento. Estaba terminando la Epístola a los Corintios cuando el impresor terminó de imprimir el Antiguo Testamento. Sólo le tomó seis semanas traducir el resto del Nuevo Testamento. Finalmente, en agosto de 1569, Casiodoro tuvo en sus manos la primera copia impresa de toda la Biblia en Español, la cual comenzó a ser distribuida de contrabando en España.

Casiodoro de Reina siguió su obra como pastor en Amberes, Bélgica, pero tuvo que salir de allí hacia Frankfurt por causa de las persecuciones. Finalmente, en mayo de 1594, fue llamado a su hogar permanente, el cielo, donde nunca más habría de ser perseguido, y desde donde ha podido ver como Dios usa su traducción.

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