Revelación Bíblica, Redención y Amor a Dios


Geerhardus Vos enseñó teología por 40 años en el Seminario Teológico de Princeton.  Durante ese tiempo desarrolló una forma de estudiar la revelación bíblica conocida como “teología bíblica.”  La “teología bíblica” de Vos no es lo que suele uno pensar cuando oye este termino; no es el uso de versículos bíblicos para apoyar doctrinas sistemáticas o formas de conducta o formas de adoración particulares.  Es el estudio de la revelación bíblica del Antiguo y el Nuevo Testamento de acuerdo a su progreso histórico.  La ‘teología bíblica’ de Vos se basa en el reconocimiento del carácter progresivo de la revelación que acompaña la obra redentora de Dios.  

La semilla (del A.T.) no es menos perfecta que el árbol (del N.T)

Vos comparaba esta progresión al crecimiento de un árbol.  El demostró que la revelación bíblica es orgánica, es decir, que ha sido viva desde sus etapas iniciales; comenzó como una semilla en el Antiguo Testamento y ha ido creciendo hasta ser un árbol completo en el Nuevo.  En sus propias palabras: “la semilla no es menos perfecta en su sentido cualitativo que el árbol.”   

Vos es uno de esos autores que demandan atención para leerlo y lamentablemente, hasta donde sé, su principal obra “Biblical Theology, Old and New Testaments” no ha sido traducido al español.  Pero aquel que pueda leer inglés, especialmente si es ministro, debería procurar conocerlo.   

Este es un libro que nos hace ver cuánta luz ha dado el Espíritu a su iglesia sobre el texto de la Escritura sin apelar al subjetivismo y la especulación mística que hoy tanto abundan.  Nos muestra que hay un océano de tesoros y maravillas en el texto de la escritura y nos mueve a glorificar a Aquel que ilumina el entendimiento para que a través de  la revelación escrita conozcamos la gloria de la persona de Dios y de sus obras.   Les ofrezco dos pasajes para disfrutar y edificarnos con la riqueza bíblica del pensamiento de este siervo de Dios, Geerhardus Vos. 

El primer pasaje habla de la relación entre la revelación bíblica y la redención a través de la historia.  Explica por qué la revelación escrita se detuvo (con el cierre del canon) a pesar de que la redención continuó.  La explicación sobre la diferencia entre lo que Vos llama redención objetiva-central y redención subjetiva-individual es magnifica y edificante:

La revelación bíblica no se completó en un solo acto exhaustivo sino se fue desenvolviendo en una larga serie de actos sucesivos.  Teóricamente esa revelación podría haber sido instantánea, pero en la realidad no, porque va inseparablemente acompañada de otra actividad divina que conocemos como redención.  Y la redención no puede ser sino históricamente sucesiva pues Dios la realiza generación tras generación en el curso de la historia.   

La revelación bíblica es la interpretación de la redención; por lo tanto debe desenvolverse en etapas al igual que la redención.  Y es obvio que estos dos procesos no son enteramente co-extensivos, porque la revelación se cerró en un punto en el cual la redención aun continúa.  Para entender esto debemos hacer una importante distinción en la esfera de la redención. 

La redención es en parte objetiva-central, y en parte subjetiva-individual.  La redención objetiva-central se refiere a los actos redentores de Dios a favor de los hombres pero sin su participación.  La redención subjetiva-individual se refiere a los actos redentores de Dios en los que los hombres son participantes.  Decimos que los actos objetivos de Dios son centrales porque suceden en el centro del circulo de la redención, están conectados entre si y no necesitan repetición o no se pueden repetir.  Estos actos de la redención objetiva-central son la encarnación, la muerte de Cristo en la cruz y la resurrección.  Los actos en la esfera subjetiva-individual son llamados así porque se repiten en cada individuo separadamente.  Estos actos de la redención subjetiva-individual son la regeneración, la justificación, la conversión, la santificación y la glorificación. 

La revelación bíblica acompaña a los procesos de la redención objetiva-central, y esto explica porque la redención se extiende más allá de la revelación. 
  
Este segundo pasaje nos explica que la revelación bíblica no es para conocer sino para amar a Dios por medio del conocimiento:

La revelación que Dios nos da de si mismo en la Escritura no fue es primariamente con un propósito intelectual.  No hay que negar, sin embargo, que una mente piadosa podría glorificar a Dios a través de de la contemplación intelectual de las perfecciones divinas.  Esto seria tan espiritual como la más intensa actividad voluntaria en el servicio de Dios; pero no seria la piedad en la extensión total que la revelación se propone.  

Ciertamente el evangelio nos enseña que conocer a Dios es vida eterna.  Pero este concepto de ‘conocimiento’ no debe ser entendido en su sentido helenista (griego), sino en su sentido semita (Israelita).  De acuerdo a los griegos, ‘conocer’ es reflejar la realidad de las cosas en nuestra conciencia.  La idea semita y bíblica es que la realidad de las cosas está entretejida en nuestra experiencia interna de la vida.   Por eso, bíblicamente hablando, ‘conocer’ puede ser una manera de decir ‘amar’ o ‘escoger en amor’.  Dios desea ser conocido de esta manera, por eso El ha hecho que su revelación tome lugar en el medio de la historia y la vida de un pueblo.  La revelación bíblica no es un proceso o un sistema de enseñanza sino un ‘pacto’.  Hablar de la revelación bíblica como una forma de informar a la humanidad es una manera totalmente racionalista y anti-bíblica de hablar.  Todo lo que Dios ha mostrado de si mismo en la Escritura ha venido en respuesta a las necesidades espirituales y prácticas de su pueblo a medida que este avanza en la historia.         

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