La Raiz de la Familia Deforme

Victor. B. García
La familia es el primero, el mejor y el original
Departamento de Educación, de Salud y de
Bienestar que existe (Michael Novak) 
Christy Cordero y Estephen Toomey viven juntos. Quieren amarse, respetarse y tener un bebe; lo que no quieren es casarse. Ellos están comprometidos a no hacer ningún compromiso.  “No queremos que nuestra relación se base en una falsa sensación de seguridad,” dijo Estephan al USA Today. “deseamos animarnos, amarnos y respetarnos mutuamente y no necesitamos licencia para eso.”  Ellos buscan compañía, sexo y los beneficios del matrimonio pero sin la responsabilidad ni las demandas.  

Cada vez, crece más el número de gente que piensa como Jenny y Estephan, lo cual nos muestra hasta donde nuestra sociedad ha perdido el entendimiento de lo que es la familia y su propósito.  Irónicamente, mientras mucha gente heterosexual como Christy y Estephen desprecian el matrimonio, los homosexuales tienden a defenderlo. ¿Por qué? Porque quieren lograr la legalización de sus matrimonios.

Por supuesto, los homosexuales tienen su propio concepto del matrimonio, el cual no tiene que ver con la reproducción sino con una relación “estable y amorosa.” Para ellos el matrimonio heterosexual no es el único tipo de matrimonio que existe sino uno más entre otros.  En la verdadera familia, dicen ellos, no importa de qué sexo sean “los esposos,” lo que importa es el amor.

Siguiendo esa línea de pensamiento, en 1990 la Junta de Educación de Nueva York quiso introducir a su currículum dos libros titulados “Heather Tiene Dos Mamás y “El Compañero de Cuarto de mi Papá” los cuales hablan de parejas homosexuales con “hijos.”  Su propósito era que los niños criados por homosexuales o lesbianas se sintieran bien y que los demás niños aprendieran que un matrimonio homosexual es igual que un heterosexual.
Gracias a Dios, debido a las protestas de muchos padres, los libros no llegaron a ser usados. Pero los defensores de la causa homosexual no se han detenido en sus esfuerzos por cambiar el concepto de lo que es la familia.

A pesar de que gente como Christy y Estephan tienen un aprecio cada vez más raquítico por el matrimonio—si no es que ya lo perdieron del todo—y de que los homosexuales radicales luchan por cambiar el concepto y las leyes sobre el matrimonio, estas cosas no son la raíz del problema. Son sólo un síntoma.      

Hace algunas cuantas décadas atrás, se comenzó a oír la voz de los “expertos” que decían que había que rechazar los papeles sociales rígidos como el de esposo, esposa, padre o madre. Aquellos eran tiempos de rebelión contra las instituciones corruptas y fracasadas de la sociedad.  Eran también tiempos de cambios, algunos de los cuales fueron para bien social—como la eliminación de la discriminación racial—aunque lamentablemente muchos fueron para mal. Y entre lo más malo estuvo el abandono del concepto divino de lo que es una familia. 

¿Por qué el concepto natural y bíblico de la familia ha perdido tanto terreno desde aquellos días? Por la misma razón esencial por la que hoy sigue decayendo: Los hombres se han desligado de su responsabilidad como hombres y esto ha hecho que las mujeres reaccionen buscando “liberación,” y que los hijos se rebelen en masa refugiándose en las drogas y el sexo libre. Y así, la poca confianza que aun había en la familia se ha ido arruinando cada vez más. 

Si los hombres cristianos hoy día no buscamos la ayuda de Dios para ser fieles a su Palabra, para amar a nuestras mujeres y para instruir a nuestros hijos en la disciplina y amonestación del Señor, no hay esperanza para el futuro. La cohabitación sin matrimonio, la legalización del matrimonio entre homosexuales, la proliferación absoluta del aborto y las niñas adolescentes teniendo bebes sin padre será lo que domine nuestra sociedad y aun nuestras iglesias.  

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