¿Cómo querrías llegar ante Dios en el juicio final?

Tengo una pregunta para ti.  ¿Cuando mueras, preferirías estar convertido o no?  ¿Cómo querrías llegar ante Dios en el juicio final?  Te ruego que pongas esta pregunta en tu corazón y respondas con seriedad.  ¿En que condición preferirías estar?  ¿Preferirías morir la muerte de los justos o la de los impíos?  Al llegar al tribunal divino, ¿preferirías estar del lado de los inconversos o de los convertidos?  ¿Querrías que la muerte te hallara con tu conciencia y tus manos limpias y con una mente celestial que se deleita en Dios y espera la venida de Cristo, o preferirías llegar culpable, en ignorancia contaminado con un corazón mundano, fornicario, rebelde e insincero delante de Dios? 
Estoy seguro que hasta el más simple y endurecido pecador que se burla de la santidad y desanima a los que la buscan, querría estar ese día entre los piadosos, no entre los impíos.  ¿No es extraño que los hombres vivan en oposición a la misma piedad en la que les gustaría ser hallados cuando mueran? 

Pecadores, ¿No debería ustedes ser en vida lo que quieren ser al morir?   ¿O piensan que la santidad es deseable al morir pero despreciable al vivir?  ¿Cómo puede ser?  Créanlo, nadie tiene garantizada la vida ni la gracia.  Si quieres ser incluido con los piadosos en aquel día, debes convertirte y vivir piadosamente lo más pronto posible ahora, no sea que el juicio venga antes de que te des cuenta.  Si la vida no te abandona, no creas que el Espíritu no te pueda abandonar.  Recibe la gracia de Dios mientras sea tiempo, no sea que Dios te entregue a la dureza de tu corazón.

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